La función de la Monarquía como poder moderador se quiere eliminar para acometer todo tipo de abusos de la norma legal, para contentar a los grupos organizados que quieren eliminar las libertades que la constitución garantiza, para introducir un "Totalitarismo legal", como bien dice Julián Marías en un artículo de gran relieve, aprovechando la inacción y el abandono de tantas personas y grupos, que deberían estar señalando todos estos vicios.
La pasividad de la mayoría frente a los peligros de la manipulación, aceptada por la desidia o la complicidad, es un desolador ejemplo de la dimisión de las personas responsables, que lleva al abandono y a ceder ante lo intolerable.