En los años posteriores a la muerte de Ortega se empezó a gestar una extraña alianza entre ciertos sectores gubernamentales y clericales con elementos de la izquierda política, para aislar a Ortega y su liberalismo. Esa conjunción de factores, aparentemente antagónicos fueron posteriormente identificados en las memorias de Julián Marías: "Una vida presente". En su página 107, tomo 2, dice: "...una revista comunista española que se publicaba en Bruselas, "Nuestras ideas", decía en un artículo, con evidente seudónimo, de cuya autoría no estoy enteramente seguro, algo así como esto: los falangistas ya no tienen importancia; con el Opus Dei siempre es posible entenderse; los verdaderos enemigos son los orteguianos".