Los acontecimientos se precipitan en Cataluña, entre la indignación de gran parte de la población española. Es momento de decisiones adecuadas. Por ello recuerdo el capítulo que se dedica en esta bitácora al problema de Cataluña: "Cataluña y el catalanismo" y su conclusión en el artículo de Julián Marías titulado: "El artículo 155", del año 1996, hoy más actual que nunca:
El artículo 155
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viernes, 21 de diciembre de 2018
viernes, 23 de noviembre de 2018
La posesión de Europa
Conferencia XXIII del curso 1996-97, titulado: "Las formas de Europa", que se puede seguir en el enlace anterior. He realizado la transcripción de la lección, que se puede leer seguidamente:
lunes, 1 de octubre de 2018
Naciones y nacionalismos
Conferencia del curso "Las formas de Europa", que se puede seguir en esta bitácora, en el enlace siguiente: "Las formas de Europa". El título de la lección es significativo y pleno de actualidad.
He realizado una transcripción de esta conferencia, que se puede seguir en el enlace anterior o seguidamente:
viernes, 7 de septiembre de 2018
No pasa nada
El día 26 de enero de 1994, Julián Marías. publicó un artículo en el periódico ABC, titulado: "No pasa nada", señalando los problemas políticos de la España de entonces, cuya similitud con los actuales da que pensar.
A continuación muestro el artículo, en formato de imagen, y el acceso al mismo en la Hemeroteca del periódico ABC: No pasa nada
A continuación muestro el artículo, en formato de imagen, y el acceso al mismo en la Hemeroteca del periódico ABC: No pasa nada
miércoles, 5 de septiembre de 2018
Entrevista a Julián Marías. Revista Destino, 4 de diciembre de 1954
Entrevista publicada en el sitio de internet: "Los papeles de don Cógito", colaborador espontáneo de esta bitácora. Los lectores de la misma, por boca de su autor, le agradecemos su interés por adornar con una nueva referencia, la obra de Julián Marías.
Seguidamente pongo el enlace a dicha entrevista:
Entrevista a Julián Marías. Revista Destino, 4 de diciembre de 1954.
Seguidamente pongo el enlace a dicha entrevista:
Entrevista a Julián Marías. Revista Destino, 4 de diciembre de 1954.
lunes, 20 de agosto de 2018
"Consignas convergentes", en claro
En un apartado anterior publiqué el artículo de Julián Marías, escrito en el año 1959, titulado "Consignas convergentes", que se puede leer en el enlace anterior. Debido a la dificultad de su lectura, por ser la reproducción de una fotocopia, se hacía necesario una presentación más adecuada.
Este escrito es clave para explicar cómo se combinan diversos esfuerzos para eliminar de la vida pública española lo mejor de su creación cultural, desde la generación del 98, por lo menos. Ahora nos damos cuenta, mejor que antes, de las consecuencias de esa labor destructora.
Seguidamente muestro el contenido de dicho artículo:
Consignas convergentes
Se está poniendo de moda, por dos, o acaso tres, facciones opuestas -por lo menos en apariencia- el intento de "hacer el vacío" en España. Vientos de negativismo soplan desde diversos puntos del cuadrante. Se quiere hacer almoneda de la tradición próxima -que es condición de toda otra lejana y, además, la de más valor que hemos tenido en tres siglos-, descalificando con varios pretextos a los hombres de la generación del 98 y de la siguiente. Unas veces son "impíos", otras son "burgueses", en ocasiones eran "demoledores" y no aceptaban España, sin perjuicio de que al día siguiente se nos diga que eran "conformistas" y que se extasiaban ante un paisaje o un pueblo castellano, en vez de haberse dedicado a convertirlos en "comunas", estilo Mao. Un día se los increpa porque no les gustaba Balmes, al día siguiente porque no entendían el arte, el tercero porque eran individualistas y minoritarios -aunque sus lectores sean legión, y los de los "multiudinarios" objetantes sean los doscientos suscriptores de una pequeña revista o de una colección "exquisita"-. Casi siempre se prescinde de entenderlos: probablemente no se conseguiría, pero, además, no se trata de eso: lo que realmente han pensado y escrito, lo que quieren decir sus obras, ¿qué más da? Porque lo que se busca es "hacer el vacío", despoblar, devastar esa "espaciosa y triste España", a ver si, ya que no más espaciosa, resulta más triste. Se intenta anular una tradición, justamente por lo que tiene de continuidad y, por tanto, de continuación: hay que descalificar todo lo que tiene, como herencia legítima, de esas dos generaciones ejemplares; dar por nulo e inexistente lo que se ha hecho -con tanto esfuerzo, a veces con algún heroísmo- en el pensamiento, en la literatura, en el arte de varios decenios. ¿Para qué? Para intentar persuadir a los mal informados de que dos o tres grupos de recién llegados -jóvenes o menos jóvenes, según los casos- van a empezar. Y como no están seguros de añadir mucho a lo existente, necesitan convencer a los demás de que no hay nada, de que empiezan en cero. Por eso el cero es su primer objetivo.
Se dispara desde opuestos flancos, pero las miras son convergentes, los fuegos se cruzan en el mismo punto. Con tal precisión, que a veces se piensa en un ataque combinado. Al final, se nos muestran, como otros tantos banderines, dos, tres listas de nombres; pocos nombres, pero que se repiten una vez y otra, siempre los mismos en cada caso. Son poco más que nombres, con una realidad intelectual mínima, incluso con una realidad social efectiva -lectores, espectadores, discípulos, gentes impregnadas de su labor, en gran medida deudoras y herederas- muy escasa. Tampoco hay detrás una doctrina o una estética o un ejemplo. Ni siquiera -lo que sería lícito y útil- una crítica real, que pusiese a prueba, incluso aceradamente, el valor de todo lo que pretende tenerlo. Solo hay consignas. Con distintas voces, se repiten cosas que hemos leído en varias lenguas y en distintos países. A veces sirven al partidismo; otras al resentimiento; de un modo o de otro, a la impotencia creadora, generadora de envidia. Porque lo que menos se perdona es la realidad.
Ortega, que tantas cosas anticipó, filió en cuatro líneas, allá en 1927, este tipo de actitudes. Contraponiendo a la "egregia labor" de los católicos alemanes la de otros grupos, decía de estos últimos: "Usan del catolicismo como de una maza. Se ve demasiado pronto que su afán no es el triunfo de la verdad, sino el apetito de mando. La actitud que han tomado la han aprendido de los sindicalistas, comunistas, etc. Porque hubo un tiempo en que como ahora a ciertos católicos les basta con declararse católicos para asumir todas las sabidurías, los socialistas extremos creían poseer en cifra todas las verdades y desdeñaban la ciencia burguesa. También había una crítica literaria socialista donde volcaban toda su miseria mental y todo su rencor las almas menos bellas del tiempo".
Cuando se lee algo conviene pararse un momento a pensar si eso que se ha leído lo dice el que lo escribe o es una simple resonancia de "la voz de su amo".
Revista Ínsula. Enero 1959.
Este escrito es clave para explicar cómo se combinan diversos esfuerzos para eliminar de la vida pública española lo mejor de su creación cultural, desde la generación del 98, por lo menos. Ahora nos damos cuenta, mejor que antes, de las consecuencias de esa labor destructora.
Seguidamente muestro el contenido de dicho artículo:
Consignas convergentes
Se está poniendo de moda, por dos, o acaso tres, facciones opuestas -por lo menos en apariencia- el intento de "hacer el vacío" en España. Vientos de negativismo soplan desde diversos puntos del cuadrante. Se quiere hacer almoneda de la tradición próxima -que es condición de toda otra lejana y, además, la de más valor que hemos tenido en tres siglos-, descalificando con varios pretextos a los hombres de la generación del 98 y de la siguiente. Unas veces son "impíos", otras son "burgueses", en ocasiones eran "demoledores" y no aceptaban España, sin perjuicio de que al día siguiente se nos diga que eran "conformistas" y que se extasiaban ante un paisaje o un pueblo castellano, en vez de haberse dedicado a convertirlos en "comunas", estilo Mao. Un día se los increpa porque no les gustaba Balmes, al día siguiente porque no entendían el arte, el tercero porque eran individualistas y minoritarios -aunque sus lectores sean legión, y los de los "multiudinarios" objetantes sean los doscientos suscriptores de una pequeña revista o de una colección "exquisita"-. Casi siempre se prescinde de entenderlos: probablemente no se conseguiría, pero, además, no se trata de eso: lo que realmente han pensado y escrito, lo que quieren decir sus obras, ¿qué más da? Porque lo que se busca es "hacer el vacío", despoblar, devastar esa "espaciosa y triste España", a ver si, ya que no más espaciosa, resulta más triste. Se intenta anular una tradición, justamente por lo que tiene de continuidad y, por tanto, de continuación: hay que descalificar todo lo que tiene, como herencia legítima, de esas dos generaciones ejemplares; dar por nulo e inexistente lo que se ha hecho -con tanto esfuerzo, a veces con algún heroísmo- en el pensamiento, en la literatura, en el arte de varios decenios. ¿Para qué? Para intentar persuadir a los mal informados de que dos o tres grupos de recién llegados -jóvenes o menos jóvenes, según los casos- van a empezar. Y como no están seguros de añadir mucho a lo existente, necesitan convencer a los demás de que no hay nada, de que empiezan en cero. Por eso el cero es su primer objetivo.
Se dispara desde opuestos flancos, pero las miras son convergentes, los fuegos se cruzan en el mismo punto. Con tal precisión, que a veces se piensa en un ataque combinado. Al final, se nos muestran, como otros tantos banderines, dos, tres listas de nombres; pocos nombres, pero que se repiten una vez y otra, siempre los mismos en cada caso. Son poco más que nombres, con una realidad intelectual mínima, incluso con una realidad social efectiva -lectores, espectadores, discípulos, gentes impregnadas de su labor, en gran medida deudoras y herederas- muy escasa. Tampoco hay detrás una doctrina o una estética o un ejemplo. Ni siquiera -lo que sería lícito y útil- una crítica real, que pusiese a prueba, incluso aceradamente, el valor de todo lo que pretende tenerlo. Solo hay consignas. Con distintas voces, se repiten cosas que hemos leído en varias lenguas y en distintos países. A veces sirven al partidismo; otras al resentimiento; de un modo o de otro, a la impotencia creadora, generadora de envidia. Porque lo que menos se perdona es la realidad.
Ortega, que tantas cosas anticipó, filió en cuatro líneas, allá en 1927, este tipo de actitudes. Contraponiendo a la "egregia labor" de los católicos alemanes la de otros grupos, decía de estos últimos: "Usan del catolicismo como de una maza. Se ve demasiado pronto que su afán no es el triunfo de la verdad, sino el apetito de mando. La actitud que han tomado la han aprendido de los sindicalistas, comunistas, etc. Porque hubo un tiempo en que como ahora a ciertos católicos les basta con declararse católicos para asumir todas las sabidurías, los socialistas extremos creían poseer en cifra todas las verdades y desdeñaban la ciencia burguesa. También había una crítica literaria socialista donde volcaban toda su miseria mental y todo su rencor las almas menos bellas del tiempo".
Cuando se lee algo conviene pararse un momento a pensar si eso que se ha leído lo dice el que lo escribe o es una simple resonancia de "la voz de su amo".
Revista Ínsula. Enero 1959.
jueves, 19 de julio de 2018
Otra vez "Mando y gestión"
En los últimos tiempos se están empezando a repetir los vicios políticos que Julián Marías señaló en su día. Por ello vuelvo a mostrar uno de los artículos en los señala esta situación, y en las próximas fechas intentaré poner en esta bitácora el conjunto de sus escritos sobre la degradación de la política española, para que sirva de ejemplo de lo que no se puede volver a repetir.
En un artículo del periódico ABC del 4 de marzo de 1993, titulado "Mando y gestión", Julián Marías muestra una visión mucho más actual de los problemas de la vida pública que en la mayoría de los escritos del día a día. Por su interés lo muestro en imagen. Si alguien quiere su acceso directo lo puede encontrar en el siguiente enlace: ABC 4 de marzo de 1993
En un artículo del periódico ABC del 4 de marzo de 1993, titulado "Mando y gestión", Julián Marías muestra una visión mucho más actual de los problemas de la vida pública que en la mayoría de los escritos del día a día. Por su interés lo muestro en imagen. Si alguien quiere su acceso directo lo puede encontrar en el siguiente enlace: ABC 4 de marzo de 1993
martes, 5 de junio de 2018
Dos formas de "irrealidad"
Durante su larga trayectoria intelectual y vital, Julián Marías ha tratado en numerosas ocasiones el problema de la falsificación, la falta de autenticidad en la vida personal y social. En estos dos artículos, que voy a mostrar aparece un título común: "Irreal", en el caso español y "Unreal", en el caso de América, refiriéndose con ese nombre a los Estados Unidos de América, en el año 1960. En el caso de España, se señala a la España de 1995.
En el primer artículo, "The Unreal America", de la revista Foreign Affairs, introduce la idea de la nación como realidad personal, idea a la que se puede aplicar todos los conceptos sobre la realidad personal que Julián Marías ha ido concretando a lo largo de toda su obra, conceptos aplicables, tanto a la vida humana individual como a la colectiva.
Al mismo tiempo que se vive una realidad personalizada entre la naciones, se va creando una imagen de cada una de ellas sobre las demás. Esa imagen es unas veces acertada y otras no, pero en ambos casos influye en la forma que tiene cada país de percibirse a sí mismo. En el caso de los Estados Unidos la imagen no es muy favorable y a lo que se añade una política exterior demasiado pendiente de las ideas militaristas y economicistas, hacen que se falsifique esa imagen de la realidad americana, y pueda llegar a enfrentarse a complicaciones graves e imprevistas.
La influencia de la sociedad en la política norteamericana es mucho mayor que en otros países, pero esto tiene muy poca influencia en la política exterior de este gran país. Habría que intentar que la política exterior fuera consecuencia de los principios que lo conforman positivamente, como la libertad, veracidad, respeto propio, tolerancia, amabilidad, oportunidad individual, juego limpio, crítica, confianza. "Ese personaje, que son los Estados Unidos, tendrá que depender en el futuro de sus propias posibilidades creativas y originales".
El segundo artículo, titulado "La España irreal", data del 28 de junio de 1995. En dicho escrito muestra Marías otra forma de irrealidad, de falsedad, de inautenticidad, propiciada por una política desafortunada, desde los primeros años ochenta:
"Se ha introducido, sostenida por la propaganda, una "España irreal" en la que los españoles no nos reconocemos"...
"No se comprende bien la insistencia en llegar hasta el último día que la "legalidad" permite, anteponiéndola a la legitimidad social, mucho más importante. Se sospecha una seguridad absoluta de perder las elecciones; es un riesgo que los demócratas tiene que aceptar. Y puede pensarse que un partido, tras una derrota, es capaz de recobrarse y seguir contando en la vida de su país; pero acaso la decisión de aferrarse al poder hasta el último minuto tenga el riesgo de perder esa posibilidad de recuperación y quedar permanentemente marginado.
La España real, tan distinta de la oficial, tan inmensamente superior a ella, es la que, más pronto o más tarde, tendrá la última palabra. No es prudente burlarse de ella".
En el primer artículo, "The Unreal America", de la revista Foreign Affairs, introduce la idea de la nación como realidad personal, idea a la que se puede aplicar todos los conceptos sobre la realidad personal que Julián Marías ha ido concretando a lo largo de toda su obra, conceptos aplicables, tanto a la vida humana individual como a la colectiva.
Al mismo tiempo que se vive una realidad personalizada entre la naciones, se va creando una imagen de cada una de ellas sobre las demás. Esa imagen es unas veces acertada y otras no, pero en ambos casos influye en la forma que tiene cada país de percibirse a sí mismo. En el caso de los Estados Unidos la imagen no es muy favorable y a lo que se añade una política exterior demasiado pendiente de las ideas militaristas y economicistas, hacen que se falsifique esa imagen de la realidad americana, y pueda llegar a enfrentarse a complicaciones graves e imprevistas.
La influencia de la sociedad en la política norteamericana es mucho mayor que en otros países, pero esto tiene muy poca influencia en la política exterior de este gran país. Habría que intentar que la política exterior fuera consecuencia de los principios que lo conforman positivamente, como la libertad, veracidad, respeto propio, tolerancia, amabilidad, oportunidad individual, juego limpio, crítica, confianza. "Ese personaje, que son los Estados Unidos, tendrá que depender en el futuro de sus propias posibilidades creativas y originales".
El segundo artículo, titulado "La España irreal", data del 28 de junio de 1995. En dicho escrito muestra Marías otra forma de irrealidad, de falsedad, de inautenticidad, propiciada por una política desafortunada, desde los primeros años ochenta:
"Se ha introducido, sostenida por la propaganda, una "España irreal" en la que los españoles no nos reconocemos"...
"No se comprende bien la insistencia en llegar hasta el último día que la "legalidad" permite, anteponiéndola a la legitimidad social, mucho más importante. Se sospecha una seguridad absoluta de perder las elecciones; es un riesgo que los demócratas tiene que aceptar. Y puede pensarse que un partido, tras una derrota, es capaz de recobrarse y seguir contando en la vida de su país; pero acaso la decisión de aferrarse al poder hasta el último minuto tenga el riesgo de perder esa posibilidad de recuperación y quedar permanentemente marginado.
La España real, tan distinta de la oficial, tan inmensamente superior a ella, es la que, más pronto o más tarde, tendrá la última palabra. No es prudente burlarse de ella".
lunes, 21 de mayo de 2018
Artículo sobre el libro Cara y cruz de la electrónica
Ayer fue editado un estudio sobre el libro de Julián Marías "Cara y cruz de la electrónica".
Por su interés, muestro seguidamente el enlace a ese texto:
Sobre "Cara y cruz de la electrónica"
Por su interés, muestro seguidamente el enlace a ese texto:
Sobre "Cara y cruz de la electrónica"
lunes, 9 de abril de 2018
Julián Marías y Cataluña
El día 23 de marzo el profesor don José Luis Sánchez escribió un artículo en el periódico ABC, con el título de este encabezamiento. Debido a su interés lo transcribo seguidamente:
Julián Marías y Cataluña
Se echa en falta que Julián Marías, que solía iluminar el pensamiento español con sus obras y al conjunto de la opinión pública desde la Terceras de ABC, pudiera en este tiempo seguir clarificando conceptos, proyectos y trayectorias. España es fruto de un proceso histórico, no de una anexión. Nuestra nación es resultado de la confluencia de diversos pueblos, culturas y etnias que recalaron y convivieron en la Península Ibérica. Cada uno de ellos se fue incorporando, dejando su aportación y su impronta en la conformación histórica de nuestra nación.
"El origen de España es anterior (a su unidad política)... España ha sido Hispania, la Hispania como provincia romana, que no era una nación, naturalmente, pero era una unidad histórico-social, una variedad de Roma, una variedad romana. Luego la Monarquía Visigoda, la España Visigoda, que era el único país grande que quedaba de Roma, tras la fragmentación tremenda del Imperio Romano. El Imperio Bizantino y España eran las dos grandes unidades que quedaban. Pero después viene la invasión árabe, y esto se entiende como la pérdida de España. Se habla de la España perdida. Y la Reconquista es la voluntad de ser cristianos, europeos, occidentales y lo que se reconquista es España. No se reconquistan condados, ni reinos, que no existían. Son los resultados de la reconquista de España, de la España perdida. De modo que es previa, España, a sus partes".
Los condados y reinos fueron posteriores a la España romana, a la visigótica y a la España perdida. La invasión árabe es volver a las partes: los reinos de Taifas; reconstituir la España perdida es el sueño al que nunca renunciaron los hispanos de la Península y que de nuevo consiguen en 1474, fraguando su unidad como primera nación europea.
Marías se pregunta sobre todo por el silencio de los que tienen conocimiento de la historia de España: "¿Por qué tantos que saben historia no muestran la falsificación constante de que es objeto en los últimos años?".
En 1990 Julián Marías se refiere también a las tendencias secesionistas que conciben a España como un mosaico y tratan de romper la unidad de nuestra nación; puesto que hay más autogobierno en España con el régimen de las Comunidades Autónomas que en ningún otro federalismo del mundo.
Constata en Consideración de Cataluña que existen diversas formas de ser español: "El modo concreto de ser español es ser andaluz, castellano, catalán, gallego, aragonés, vasco...No es fácil ni probable ser "directamente" español; en algunos casos, imposible. Concretamente, en el caso de Cataluña. Cuando se pretende - porque hay gente para todo - que los catalanes no sean o sean menos catalanes para ser verdaderamente españolas, se comete el más grave error: sólo siendo "muy" catalanes - lo cual no quiere decir catalanista, porque el "ismo" suele encubrir una debilidad o una inseguridad - pueden ser plena y holgadamente españoles".
Marías sigue reflexionando sobre la cuestión lingüística y sobre cómo debiera llamarse el idioma común de todos los españoles. Piensa que debiéramos reservar el término castellano solo para la lengua medieval que se hablaba en el Reino de Castilla, pues nuestra lengua común se ha creado no solo en Castilla, sino en el resto de las zonas de España. De hecho hay términos de ésta que han surgido en Barcelona, en Bilbao, en Valencia, en Sevilla o en Lima, por lo tanto no debemos hablar de castellano, sino de español.
Destaca la identidad europea de nuestra nación: "La Hispania germanizada es el primer ensayo logrado de lo que iba a ser Europa", posteriormente los Reyes Católicos con su proyecto de unidad de los reinos cristianos van a configurar a España como primera nación de Europa, ampliando en seguida su horizonte a América donde se hace presente Occidente.
La vocación europea que España anticipa y realiza, tiene riesgos internos, dentro de ella misma, porque: "Existía, y sigue aflorando, esa voluntad de desarticular la estructura nacional de España. Por falta de sentido histórico - o de mero conocimiento de la historia -".
Julián Marías, que en muchas de sus obras señaló que la Monarquía parlamentaria era la mejor solución para España, articulando desde ella toda la estructura histórica que vincula el pasado con el presente y la proyección al futuro, afirmó: "Desde hace muchos años había tenido la convicción de que la Monarquía sería la única posibilidad de reanudar la vida colectiva de los españoles independientemente de la existencia de un sentimiento monárquico (...). El nombre república quedaba unido a uno de los bandos de la guerra civil y hubiese significado la falsa inversión de su desenlace efectivo (...) solamente un rey podría serlo de todos los españoles con independencia de la discordia anterior y de las diferencias mantenidas durante decenios".
El Rey ha vuelto a ser garante de la continuidad del proyecto histórico de España y de la unidad en el todo que superó la fragmentación ante el desafío secesionista.
JOSÉ LUIS SÁNCHEZ GARCÍA ES DIRECTOR DEL SEMINARIO DE HISTORIA "CISNEROS" DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA ESPAÑOLA
Más información sobre el mismo asunto en el apartado de esta misma bitácora:
Cataluña y el catalanismo
Julián Marías y Cataluña
Se echa en falta que Julián Marías, que solía iluminar el pensamiento español con sus obras y al conjunto de la opinión pública desde la Terceras de ABC, pudiera en este tiempo seguir clarificando conceptos, proyectos y trayectorias. España es fruto de un proceso histórico, no de una anexión. Nuestra nación es resultado de la confluencia de diversos pueblos, culturas y etnias que recalaron y convivieron en la Península Ibérica. Cada uno de ellos se fue incorporando, dejando su aportación y su impronta en la conformación histórica de nuestra nación.
"El origen de España es anterior (a su unidad política)... España ha sido Hispania, la Hispania como provincia romana, que no era una nación, naturalmente, pero era una unidad histórico-social, una variedad de Roma, una variedad romana. Luego la Monarquía Visigoda, la España Visigoda, que era el único país grande que quedaba de Roma, tras la fragmentación tremenda del Imperio Romano. El Imperio Bizantino y España eran las dos grandes unidades que quedaban. Pero después viene la invasión árabe, y esto se entiende como la pérdida de España. Se habla de la España perdida. Y la Reconquista es la voluntad de ser cristianos, europeos, occidentales y lo que se reconquista es España. No se reconquistan condados, ni reinos, que no existían. Son los resultados de la reconquista de España, de la España perdida. De modo que es previa, España, a sus partes".
Los condados y reinos fueron posteriores a la España romana, a la visigótica y a la España perdida. La invasión árabe es volver a las partes: los reinos de Taifas; reconstituir la España perdida es el sueño al que nunca renunciaron los hispanos de la Península y que de nuevo consiguen en 1474, fraguando su unidad como primera nación europea.
Marías se pregunta sobre todo por el silencio de los que tienen conocimiento de la historia de España: "¿Por qué tantos que saben historia no muestran la falsificación constante de que es objeto en los últimos años?".
En 1990 Julián Marías se refiere también a las tendencias secesionistas que conciben a España como un mosaico y tratan de romper la unidad de nuestra nación; puesto que hay más autogobierno en España con el régimen de las Comunidades Autónomas que en ningún otro federalismo del mundo.
Constata en Consideración de Cataluña que existen diversas formas de ser español: "El modo concreto de ser español es ser andaluz, castellano, catalán, gallego, aragonés, vasco...No es fácil ni probable ser "directamente" español; en algunos casos, imposible. Concretamente, en el caso de Cataluña. Cuando se pretende - porque hay gente para todo - que los catalanes no sean o sean menos catalanes para ser verdaderamente españolas, se comete el más grave error: sólo siendo "muy" catalanes - lo cual no quiere decir catalanista, porque el "ismo" suele encubrir una debilidad o una inseguridad - pueden ser plena y holgadamente españoles".
Marías sigue reflexionando sobre la cuestión lingüística y sobre cómo debiera llamarse el idioma común de todos los españoles. Piensa que debiéramos reservar el término castellano solo para la lengua medieval que se hablaba en el Reino de Castilla, pues nuestra lengua común se ha creado no solo en Castilla, sino en el resto de las zonas de España. De hecho hay términos de ésta que han surgido en Barcelona, en Bilbao, en Valencia, en Sevilla o en Lima, por lo tanto no debemos hablar de castellano, sino de español.
Destaca la identidad europea de nuestra nación: "La Hispania germanizada es el primer ensayo logrado de lo que iba a ser Europa", posteriormente los Reyes Católicos con su proyecto de unidad de los reinos cristianos van a configurar a España como primera nación de Europa, ampliando en seguida su horizonte a América donde se hace presente Occidente.
La vocación europea que España anticipa y realiza, tiene riesgos internos, dentro de ella misma, porque: "Existía, y sigue aflorando, esa voluntad de desarticular la estructura nacional de España. Por falta de sentido histórico - o de mero conocimiento de la historia -".
Julián Marías, que en muchas de sus obras señaló que la Monarquía parlamentaria era la mejor solución para España, articulando desde ella toda la estructura histórica que vincula el pasado con el presente y la proyección al futuro, afirmó: "Desde hace muchos años había tenido la convicción de que la Monarquía sería la única posibilidad de reanudar la vida colectiva de los españoles independientemente de la existencia de un sentimiento monárquico (...). El nombre república quedaba unido a uno de los bandos de la guerra civil y hubiese significado la falsa inversión de su desenlace efectivo (...) solamente un rey podría serlo de todos los españoles con independencia de la discordia anterior y de las diferencias mantenidas durante decenios".
El Rey ha vuelto a ser garante de la continuidad del proyecto histórico de España y de la unidad en el todo que superó la fragmentación ante el desafío secesionista.
JOSÉ LUIS SÁNCHEZ GARCÍA ES DIRECTOR DEL SEMINARIO DE HISTORIA "CISNEROS" DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA ESPAÑOLA
Más información sobre el mismo asunto en el apartado de esta misma bitácora:
Cataluña y el catalanismo
Libro de Julián Marías:
jueves, 22 de febrero de 2018
Acaso en Pekín
En el año 1995 tuvo lugar un congreso internacional sobre los problemas de la mujer. El resultado del mismo ha ido produciendo múltiples conflictos, en la interpretación de la condición sexuada de las personas, producidos por la intervención de los poderes públicos, y por la manipulación de los medios de comunicación.
Julián Marías publicó un artículo premonitorio sobre la cuestión, el 12 de octubre de 1995. Debido a su alto interés, lo muestro seguidamente, y señalo el enlace al periódico que lo publicó:
Acaso en Pekín ABC 12 de octubre de 1995
Julián Marías publicó un artículo premonitorio sobre la cuestión, el 12 de octubre de 1995. Debido a su alto interés, lo muestro seguidamente, y señalo el enlace al periódico que lo publicó:
Acaso en Pekín ABC 12 de octubre de 1995
domingo, 4 de febrero de 2018
Las formas de Europa
lunes, 1 de enero de 2018
En busca de un nuevo pensamiento
Última conferencia, en formato de audio, del curso "Visión transversal de Europa", que recientemente he publicado en esta misma bitácora. Por su interés la muestro seguidamente: