lunes, 19 de agosto de 2013

Sobre el término Hispanoamérica

La denominación Hispanoamérica para indicar la parte del continente americano civilizado por España y Portugal tiene una historia dilatada que sería interesante conocer. Necesaria para contrarrestar las ideas equivocadas que sobre la cuestión prevalecen en el mundo.
El falseamiento de la realidad es permanente en nuestra época, tiempo en el que la manipulación parece dominar el horizonte y, sobre todo, la mente de las personas.
El uso sistemático de la expresión "Latinoamérica" es un claro ejemplo de ese aparente triunfo de la mentira.
En la temprana fecha de 1888, el gran escritor español Juan Valera tuvo que hacer frente a la falsedad que empezaba a surgir: Valera e Hispanoamérica.

En el libro "
Introducción a la Filosofía - accesible en ese enlace de manera gratuita - Julián Marías indica las relaciones del hombre con la verdad, pp 118 y 119, y en la última de ellas dice:

"Por último, en cuarto lugar, es posible una situación extremadamente anormal y paradójica, que es la de vivir contra la verdad. Y es—no nos engañemos—la dominante en nuestra época. Se afirma y quiere la falsedad a sabiendas, por serlo; se la acepta tácticamente, aunque proceda del adversario, y se admite el diálogo con ella: nunca con la verdad. Esta es sentida por innumerables masas como la gran enemiga, y contra ella es fácil lograr el acuerdo. Hay en el mundo actual múltiples temas—que están en la mente de todos y no es menester enunciar, y cuya simple mención en este contexto resultaría «desazonante»—sobre los cuales se dice cuanto es imaginable, excepto la verdad, que por nadie—quiero decir por nadie «social», por ninguna«opinión pública»—sería tolerada. Algún día se preguntarán en serio los historiadores del futuro—si alguna vez hay historiadores—por esta extraña dolencia de nuestro tiempo. Y 
¿por qué—se dirá—vivir contra la verdad? ¿Por qué esta voluntaria adscripción a la mentira en cuanto tal? La razón no es demasiado oculta: en el fondo, se trata simplemente del miedo a la verdad. El hombre que vive sobre un supuesto de ideas y creencias de cuya falsedad está íntimamente convencido, o que al menos sospecha, y que no tiene el ánimo necesario para vivir en la duda y a la intemperie, para sentirse perdido, aplazar decisiones y ponerse a realizar esa 
faena inexorable que es el pensar—inexorable, porque cuando es auténtico no admite componendas y sólo se aquieta con la verdad misma—; cuando no tiene ese ánimo, digo, huye de la verdad y la persigue, porque adivina que su mera presencia arruina el irreal fundamento de su vida. Mejor dicho—y esto es lo más grave—, de su contravida, de su vida como formal inautencidad, que es el modo de no ser de la vida humana". 

Este texto de Marías refleja de manera estupenda la situación respecto del término Hispanoamérica y su falsificación constante.

Ya en tan temprana fecha como el 4 de enero de 1918, Menéndez Pidal en las páginas del periódico El Sol, el mejor periódico de la historia de España al decir de Julián Marías, empeñó su prestigio en la defensa del término Hispanoamérica. Ese su empeño fue correspondido por los responsables de dicho diario manteniendo la defensa de dicha expresión a lo largo de los años de su existencia. Se llegó al extremo de ser casi el único defensor de esa denominación acorde con la verdad y con la Historia, el orgullo correspondiente y la satisfacción de sus lectores.

La manipulación histórica comienza con la intervención francesa en México y la imposición de Maximiliano como emperador de dicho país. Francia empezó a utilizar el término "Latinoamérica" con el objeto de justificar lo injustificable. A la utilización de esa expresión se unió rápidamente Italia, recientemente unificada y deseosa de proyectos históricos que aunaran a su territorio, incluyendo la figura de Cristóbal Colón, como si una individualidad fuera suficiente para justificar  una época de la Historia. Lamentablemente la Iglesia Católica, de manera asombrosa, se adhirió a la mentira y la manipulación, utilizando la denominación en sus instituciones americanas, dando voz al partido antiespañol dentro de la Iglesia. 


El resultado de tantos despropósitos fue secundado en gran parte por los propios habitantes del continente americano, que rechazaron la intervención extranjera pero no la falsedad y la mentira. Eso ha llegado al extremo de imposibilitar los proyectos creadores de una parte de América por partir de supuestos falsos sobre el sentido de su realidad. Al ser evidente que el heredero de muchos padres "latinos", poco o nada puede proyectar con sentido.


Se hace necesario recuperar el horizonte de verdad dentro del mundo hispánico para construir una nueva comunidad, con instituciones acordes con el mundo de hoy. Así el mundo hispánico alcanzará una voz y una plenitud que le es negada por los que quieren que viva al margen de la Historia. Son aquellos que pretenden ocupar todo el protagonismo en nuestro tiempo negando realidad a los que se niegan a acceder a sus manipulaciones. 


La España que surge en los años del reinado de Alfonso XIII comienza a afianzarse en sus proyectos creadores. Desde las generaciones últimas del siglo XIX la creación es contínua y se confirma en diversos proyectos como el Diccionario Hispano-Americano, luego el Espasa. La labor de mecenazgo de Lázaro Galdiano, la Institución Libre de Enseñanza, el Instituto de Estudios Históricos y otras empresas que indican un mundo de creación inusitado.


Entre las empresas que surgen en ese tiempo destaca el periódico El Sol, fundado en 1917 por inspiración de Ortega y Gasset y que luego llegará a su culminación con la Revista de Occidente de 1923, ambos proyectos son unas de las cumbres de esa época, tanto en España como en el mundo civilizado.

El periódico El Sol fue el órgano de expresión de esos años y pronto se tuvo que enfrentar con la realidad americana en su conjunto. Ahí surgió la voz autorizada de Don Ramón Menéndez Pidal para fijar los términos en su justo punto. 

En el siguiente enlace está el artículo del  periódico El Sol 04 01 1918 donde escribe Don Ramón sobre la cuestión de Hispanoamérica: "Nuestro título 'América Latina' discutido por el Sr. Menéndez Pidal"


Al día siguiente el gran articulista Don Mariano de Cávia continuaba con esa idea en otro escrito de gran calado titulado Ibero-América y subtitulado: Otro voto de calidad. El periódico de ese día se puede ver en el enlace El Sol 05 01 1918

El 20 de febrero de 1921, Eduardo Marquina escribió un artículo expresando la necesidad de una denominación adecuada para referirse al mundo hispánico, que consideraba no suficientemente bien nombrado. Por su interés lo mostramos a continuación en el enlace: España y América


A todo este movimiento se fueron uniendo cada vez más personas e instituciones, como es el caso del destacado dirigente socialista Luis Araquistáin, que en el periódico vespertino La Voz, propiedad del mismo editor de El Sol, publicó un artículo indicando la manipulación que suponía la utilización del término "Latinoamérica", que se puede ver en el siguiente enlace: La Voz 14 de febrero de 1924.

De ese artículo se hizo eco el editorialista de El Sol al día siguiente, defendiendo la misma posición en el artículo de opinión "Un equívoco peligroso

En el año 1926 tiene lugar la intervención del académico honorario D. Juan C. Cebrián sobre los problemas de la visión de España en el extranjero y la falsificación el sentido de su historia en los países hispanoamericanos. En este sitio se puede descargar el archivo en pdf de dicha intervención: Boletín de la Real Academia de la Historia 1926 tomo 89.


El 20 04 1926 el gran mecenas de las relaciones hispanoamericanas Don Avelino Gutiérrez escribe un artículo en el periódico El Sol titulado "Carta abierta a D. José María Salaverría", donde explica la situación del mundo hispánico y las acechanzas de Francia para acaparar la influencia en el mismo.


El 24 de enero de 1927 otra vez el periódico El Sol vuelve a la carga con un editorial de título y enlace "El latinismo y nuestra acción en América", donde aparece otra vez la defensa de lo propiamente español frente a los intentos manipuladores de Francia e Italia. Termina afirmando que "el latinismo es sinónimo de desespañolización".


El 4 de marzo de 1927 vuelve el editorial de El Sol a defender el término Hispanoamérica en el texto titulado "Algo más que palabras".


Uno de los escritores más importantes en el periódico El Sol fue Ramiro de Maeztu. Durante diez años estuvo muy activo, con artículos frecuentes y valiosos, como cuando defendió la enseñanza de las lenguas clásicas en la educación. En el año 1934, ya desvinculado del diario El Sol, publicó un libro titulado "Defensa de la Hispanidad", donde defiende la integración del mundo hispánico. Libro elogiado fervorosamente por Antonio Machado, indicativo del entusiasmo de los más valiosos representantes de la cultura española por Hispanoamérica y su relación con España.


Un gran escritor, también colaborador de El Sol, amigo y discípulo de Ortega y Gasset, Manuel García Morente escribió un libro "Idea de la Hispanidad" sobre la misma cuestión. Consecuencia de unas conferencias, en el año 1938, viajando por Argentina.


Otro resumen de la cuestión en el enlace Hispanidad.


Todos los testimonios anteriores son indicativos del estado de opinión de un tiempo en que España empezaba a tomar posesión de sí misma con sentido de su historia. Rechazando las falsificaciones y buscando el camino de la autenticidad. Julián Marías recuperó ese espíritu en sus escritos sobre Hispanoamérica, de los que hay abundantes testimonios en esta bitácora. A los que hay que añadir su libro "La Corona y la Comunidad Hispánica de Naciones". Además, claro está, su libro "España inteligible", subtitulado "Razón histórica de las Españas".

También es interesante el testimonio de don Claudio Sánchez Albornoz, en el interesante artículo del 15 de abril de 1983, publicado en el periódico "La Vanguardia" de Barcelona:  "Una singular exposición en Buenos Aires".


4 comentarios:

  1. QUerido amigo, llevo tiempo queriendo escribirle. Su trabajo en esta página recogiendo la trayectoria de Marías, sus textos y sus referencias intelectuales son algo simplemente impagable. Le felicito por ello. PAra los que hemos conocido a Marías, le leemos, y le tenemos por referencia, su web pasa a ser de consulta y referencia obligadas. Ánimo con este excelente trabajo. Estoy encontrando textos de Marías que desconocía o tenía olvidados, y le garantizo familiaridad con su obra (soy profesor de Filosofía). Gracias de nuevo. Un cordial saludo. Julián Rodríguez

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    1. Muchas gracias por sus ánimos. Espero continuar con la labor todo el tiempo que pueda. Muchos son los asuntos sobre los que tratar, a veces parecen interminables y si Dios me da vida suficiente intentaré llegar lo más lejos posible en la obra y la vida de Julián Marías para organizar la realidad desde su punto de vista. Ello me llevará a nuevos caminos, en muchos casos nunca antes recorridos. De momento estoy recopilando las grabaciones de audio de sus cursos entre los asistentes a los mismos y mis propias grabaciones. Tengo alrededor de diez cursos grabados. Totalmente inéditos que ofreceré a la familia de Marías por si quieren hacer uso de ellos para editarlos o para lo que quieran. Esperemos acontecimientos.

      FJ Salgado

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  2. Queridos amigos Francisco Javier y María del Mar:
    Desde que me pusisteis en la pista de esta bitácora, estoy disfrutando y reviviendo las conferencias y cursos de nuestro inolvidable maestro.
    Voy poniendo en contacto con vuestra web a mis amistades, pues gracias a vuestro esfuerzo y dedicación es, ahora, más fácil poner a las gentes en contacto con nuestro admirado profesor.
    Juan J. Menezo

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    1. Querido Juanjo:

      Muchas gracias por tu apoyo. El nivel de España exige, antes que nada, conocerlo. Esta bitácora intenta mostrar la altura a la que ha llegado. Espero que consiga su propósito.

      FJ Salgado

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